LA PRESENCIA DE DIOS, NUESTRO MÁS GRANDE PRIVILEGIO
Deidades paganas
Para la mayoría de las civilizaciones antiguas
existía no solamente un dios, sino una deidad suprema y muchos otros dioses
locales. La característica que tenía la divinidad suprema era que no atendía
directamente los asuntos de la humanidad. Claro, era un titan poderoso, pero él estaba interesado en otros asuntos y no moraba con los mortales.
Hablando de los griegos, ellos tenían un dios
supremo que gobernaba, pero existían dioses para diferentes actividades y
objetos de la naturaleza, especializados
en el amor, los sueños, el trabajo, la familia, la lluvia, el sol, etc. Los
seres humanos podían comunicarse con las deidades, cabe mencionar que
estas tenían acceso al dios supremo,
privilegio que no gozaban los seres humanos.
Estos dioses tenían algo en común con los seres humanos, compartían las mismas emociones, eran alegres, vengativos, irritables, rencorosos, agresivos,[i] etc. Es por eso que tenían que estar con mucho cuidado ante estos dioses. Por cierto, ¡hay de aquellas personas que no le presentara una buena ofrenda! O los ofendiera, cualquier dios podía reaccionar con un huracán, terremoto, incendio o cualquier calamidad. Había que darles lo mejor para tenerlos contentos. Este hecho llevó al apóstol Pablo a mencionar “al dios de lo desconocido” en una de sus predicaciones,[ii] pues en la mentalidad griega si se pasaba por alto la adoración y homenaje para “un dios” podía ser fatal[iii], así que por las dudas había un altar sin nombre.
Nuestro maravilloso Dios
La Biblia al describir a Dios lo presenta como si fuera humano,
que se ha denominado como “antropomorfismo”. Por eso hemos de tener mucho
cuidado al leer textos en donde se le presente de esta manera, con cualidades
humanas. Los escritores bíblicos pudieron percibir lo que veían, si sucedía un
terremoto o una enfermedad o un desastre, ellos le atribuían esos eventos a Él.
En la Biblia, se puede describir a Dios,
vengándose[iv], enojado[v], alegre[vi],
riéndose, burlándose.[vii]
En fin se le atribuyen muchas cualidades humanas, diría, muy humanas. Sin embargo, Jehová
no cambia, ni hay sombra de variación en él.[viii]
Él no cambia. Y su mayor deleite es amar.[ix] Consideremos que lo que Jehová le dijo a los
exiliados en Babilonia, “Porque
yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de
bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”.[x]
Haciendo un
recuento rápido del pueblo de Israel, Dios siempre quiso lo mejor para ellos, es
muy diferente que abandonaron su seguro
refugio, que era Dios, y muchos de ellos perecieron, no porque Dios los
castigara, sino porque se entregaron en los brazos del enemigo que ha venido
para “…robar, matar y destruir…”.[xi]
En contraste nuestro Dios de amor que vino para que tengamos vida, y la tengamos en abundancia. Podemos asegurar que nuestro Dios, es un
Dios de amor, no sujeto a emociones humanas. Con la determinación de darnos lo
mejor para nuestras vidas si así lo permitimos nosotros.
Nuestro gran privilegio
Existe una gran diferencia entre la deidad suprema
de las civilizaciones paganas y nuestro Dios. La deidad suprema no bajaba a la
tierra. Nuestro Dios está con nosotros a cada instante. También no necesitamos
de dioses para cada actividad, porque Nuestro Dios está interesado en cada
detalle de nuestra vida y lo que pasa a nuestro alrededor, él puede reírse y
alegrarse con nosotros, nos abraza cada
vez que lloramos. “No se derraman
lagrimas sin que él lo note. No hay sonrisa que para él pase inadvertida”.[xii]
Nuestro Dios se hizo humano para poder comunicarse
de manera propia con la humanidad. Es inefable como el Dios todo poderoso
decidió habitar como hombre en medio de nosotros, con la finalidad de darnos
vida, y vida en abundancia. Las Escrituras presentan al Creador del mundo
encarnado a fin de poder entender todas nuestras penas y dolores como también
nuestras alegrías.
“Dios con nosotros”; es nuestro privilegio, es
nuestra alegría, es nuestra seguridad, es nuestra ayuda, es nuestra esperanza,
es nuestra mayor y más grande satisfacción que como seres humanos podemos
tener.
Marcos G. García
[i]Los Dioses Del Olimpo: Mitología Griega, consultado en línea
el 04 de
septiembre del 2011, http://www.portalplanetasedna.com.ar/mitologia_griega1.htm.
[iii] “dioses de la mitología
griega” documental, visto en línea el 04 de septiembre del 2011, http://tu.tv/videos/dioses-de-la-mitologia-griega_2.