lunes, 6 de febrero de 2017

“a los santos y fieles en Cristo Jesús” Ef 1:1
(τοῖς ἁγίοις τοῖς οὖσιν ἐν Ἐφέσῳ καὶ πιστοῖς ἐν χριστῷ Ἰησοῦ· (Eph 1:1 BYZ))

Es curioso observar que esta declaración no es absoluta en lo humano, Porque, ¿qué humano es santo y fiel completamente? Más bien es una declaración que solo se da en relación cuando estamos “en Jesús.” Es solamente “en Jesús” cuando la persona es habilitada para ser santa y fiel aunque no lo sea del todo, pues como el mismo apóstol diría somos “aceptos en el amado (Ef 1:6),” ante el Padre, eso quiere decir que Cristo es nuestro fiador y representante; solamente así es como el pueblo de Dios llega a ser “santo y fiel”.
La vida de los de la iglesia de Éfeso no era del todo lo mejor pues Pablo les hace algunas recomendaciones y sugerencias para dejar de ser,
·         Niños zarandeados por vientos de doctrinas (4:14)
·         Pensar vano como los gentiles (v.17)
·         Mentirosos (v.25)
·         Ladrones y ociosos (v. 28)
·         Había amargura, ira, indignación, griterío, blasfemia, malicia. (v. 31)
Aun así Pablo llama a los efesios “santos y fieles”, pero en Cristo Jesús.
Algún cristiano inmaduro podrá excusar sus faltas y pensar que no tiene ningún compromiso de cambiar su forma de pensar o de actuar, se podrá pensar que de todos modos no somos del todo perfectos, pero, el consejo de Pablo en la epístola es de mejoramiento, les dice, “os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados […] (4:1),” “Y él mismo constituyó a unos […] a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio,  para la edificación del cuerpo de Cristo, (4:11, 12),” “para que ya no seamos niños fluctuantes […](4:14),” “crezcamos en todo en aquel que es la cabeza,  esto es,  Cristo […] (4:15),” “despojaos del viejo hombre […] (4:22).” El capítulo cuatro inicia dando en el clavo acerca de nuestro estilo de vida, pues si hemos mejorado y vamos a seguir mejorando tiene que ver con el llamado que hemos recibido de parte de Cristo y se nos invita a dignificarlo. La constitución de dones espirituales tiene como función la perfección de los santos, dice, “para que ya no seamos niños fluctuantes”. La máxima del cristiano esta expresada en crecer imitando a Cristo como nuestro hermano, y, finalmente se nos invita a quitarnos la vestimenta del viejo hombre: esto es un santo y fiel hijo de Dios.
“Cuando está en el corazón el deseo de obedecer a Dios, cuando se hacen esfuerzos con ese fin, Jesús acepta esa disposición y ese esfuerzo como el mejor servicio del hombre, y suple la deficiencia con sus propios méritos divinos" (Mensajes Selectos, T1, Pág. 448)


¿Estas consiente que eres un santo y fiel con defectos? ¿Has escuchado la voz de Dios que te invita a mejorar con la ayuda del Espíritu Santo?