“a los
santos y fieles en Cristo Jesús” Ef 1:1
(τοῖς ἁγίοις τοῖς οὖσιν ἐν Ἐφέσῳ καὶ πιστοῖς ἐν χριστῷ Ἰησοῦ· (Eph 1:1 BYZ))
Es
curioso observar que esta declaración no es absoluta en lo humano, Porque, ¿qué
humano es santo y fiel completamente? Más bien es una declaración que solo se
da en relación cuando estamos “en Jesús.” Es solamente “en Jesús” cuando la
persona es habilitada para ser santa y fiel aunque no lo sea del todo, pues
como el mismo apóstol diría somos “aceptos en el amado (Ef 1:6),” ante el
Padre, eso quiere decir que Cristo es nuestro fiador y representante; solamente
así es como el pueblo de Dios llega a ser “santo y fiel”.
La vida
de los de la iglesia de Éfeso no era del todo lo mejor pues Pablo les hace
algunas recomendaciones y sugerencias para dejar de ser,
·
Niños zarandeados por vientos de
doctrinas (4:14)
·
Pensar vano como los gentiles
(v.17)
·
Mentirosos (v.25)
·
Ladrones y ociosos (v. 28)
·
Había amargura, ira, indignación,
griterío, blasfemia, malicia. (v. 31)
Aun así
Pablo llama a los efesios “santos y fieles”, pero en Cristo Jesús.
Algún
cristiano inmaduro podrá excusar sus faltas y pensar que no tiene ningún
compromiso de cambiar su forma de pensar o de actuar, se podrá pensar que de
todos modos no somos del todo perfectos, pero, el consejo de Pablo en la
epístola es de mejoramiento, les dice, “os ruego que andéis como es digno de la
vocación con que fuisteis llamados […] (4:1),” “Y él mismo constituyó a unos
[…] a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
(4:11, 12),” “para que ya no seamos niños fluctuantes […](4:14),” “crezcamos en
todo en aquel que es la cabeza, esto
es, Cristo […] (4:15),” “despojaos del
viejo hombre […] (4:22).” El capítulo cuatro inicia dando en el clavo acerca de
nuestro estilo de vida, pues si hemos mejorado y vamos a seguir mejorando tiene
que ver con el llamado que hemos recibido de parte de Cristo y se nos invita a
dignificarlo. La constitución de dones espirituales tiene como función la
perfección de los santos, dice, “para que ya no seamos niños fluctuantes”. La
máxima del cristiano esta expresada en crecer imitando a Cristo como nuestro
hermano, y, finalmente se nos invita a quitarnos la vestimenta del viejo
hombre: esto es un santo y fiel hijo de Dios.
“Cuando
está en el corazón el deseo de obedecer a Dios, cuando se hacen esfuerzos con
ese fin, Jesús acepta esa disposición y ese esfuerzo como el mejor servicio del
hombre, y suple la deficiencia con sus propios méritos divinos" (Mensajes
Selectos, T1, Pág. 448)
¿Estas consiente que eres un santo y fiel con
defectos? ¿Has escuchado la voz de Dios que te invita a mejorar con la ayuda
del Espíritu Santo?